Cañones de Israel son apuntados hacia Gaza

Israel continuó sus ataques aéreos en la franja de Gaza, que han dejado cerca de 290 muertos en menos de 48 horas, y concentró tanques en la frontera, amenazando al movimiento islamista Hamas, que controla el territorio palestino, con una operación terrestre. La operación llamada “Plomo Endurecido” es la más violenta desde la ocupación israelí de los territorios palestinos en 1967.

Los ataques, iniciados el sábado, dejaron 289 muertos, en su mayoría policías de Hamas, y más de 600 heridos, según las últimas cifras de los servicios de socorro palestinos.

Israel asegura que su ofensiva está destinada a acabar con los disparos de cohetes desde la franja de Gaza contra su territorio, que se incrementaron desde el fin de la tregua entre Israel y Hamas el 19 de diciembre.

El portavoz de Hamas, Fawzi Barhum, acusó a Israel de “cometer un holocausto ante los ojos del mundo entero, que no ha movido un solo dedo” para evitar la ofensiva.

“La resistencia palestina se reserva el derecho de responder a esta agresión por operaciones de mártires”, es decir, atentados suicidas, dijo el portavoz.

La aviación israelí llevó a cabo una serie de ataques contra túneles de contrabando en el sector de Rafah, en la frontera entre la franja de Gaza y Egipto, según testigos.

Estos bombardeos dejaron dos muertos y 22 heridos, según fuentes médicas.

Una portavoz del ejército, Avital Leibovitz, afirmó que se habían alcanzado “40 túneles”. Estos permiten a Hamas introducir armas en la franja de Gaza, sometida a un bloqueo israelí desde que los islamistas tomaron el control del territorio en junio de 2007.

La policía egipcia disparó al aire para impedir que decenas de palestinos forzaran la frontera al norte del paso de Rafah para entrar en Egipto y desplegó de nuevo refuerzos en el sector.

A causa de los disparos murió un agente egipcio y otro resultó herido.

Otro ataque israelí en una mezquita del campo de refugiados de Jabaliya, al norte de la ciudad de Gaza, causó dos muertos, entre ellos un niño, según los servicios de emergencia de Gaza.

Por su parte, el secretario general del movimiento chiita libanés, Hassan Nasralá, exhortó al pueblo egipcio a forzar la apertura del paso de Rafah, en un discurso transmitido en una pantalla gigante en los suburbios de Beirut.

Entretanto, una veintena de cohetes fueron lanzados desde la franja de Gaza contra el sur de Israel sin dejar víctimas. Uno de ellos, de tipo Grad, alcanzó por primera vez Gan Yavné, cerca del puerto de Ashdod, a más de 30 km de Gaza, según los servicios de emergencia hebreos.

Amenazando con una ofensiva terrestre en Gaza, Israel decidió movilizar a 6.500 reservistas.

El ejército israelí “extenderá y profundizará sus operaciones en Gaza mientras sea necesario”, advirtió el ministro de Defensa, Ehud Barak, al precisar que “esto no será de corta duración y no será fácil”.

Asimismo, Barak, autorizó el domingo el paso de más de cien camiones con ayuda humanitaria, el lunes, a la franja de Gaza, donde viven 1,5 millones de personas en condiciones míseras, según un comunicado de su oficina.

Ese envío incluye suministros de sangre, alimentos básicos, equipos médicos, diez ambulancias y combustible donados por Turquía, Jordania y varias organizaciones internacionales.

A media jornada, Israel empezó a concentrar tanques y tropas en la frontera con la franja de Gaza, constataron fotógrafos de la AFP.

Desde Egipto hasta Irak, decenas de miles de personas tomaron ayer las calles del mundo árabe para protestar contra la sangrienta ofensiva en la franja de Gaza.

Una manifestación en la ocupada Cisjordania, que degeneró en enfrentamientos entre los participantes y la policía, dejó un palestino muerto.

En la ciudad iraquí de Mosul (norte), la marcha también acabó teñida de sangre cuando un terrorista suicida que conducía una bicicleta se inmoló en medio de la multitud. Hubo un muerto y 16 heridos, según la policía.

Unas 8,000 personas se manifestaron en la ciudad egipcia de Assiut, en el sur. En El Cairo y Alexandría, la cifra de participantes en cada una de ellas rondó los 4.000.

En Damasco, se quemaron banderas israelíes y estadounidenses durante una protesta que reunió a miles de personas.