Cardenal le ruega a Dios que proteja país de delincuencia

Néstor Medrano/Listin Diario

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez pidió a Dios que ponga sus manos sobre el país y lo proteja ante las situaciones de violencia, delincuencia y los males que azotan a los dominicanos.

Pidió, asimismo, a la clase política y a la población en sentido general que durante esta Semana Santa sean comedidos y piensen que hay más cosas que las materiales, para llevar armonía a la familia dominicana.

“Así que quiero que vivamos esta Semana Santa con esta intención, para que el Señor nos regale un tiempo de paz y que todas estas cosas que estamos viendo, violencia, muertes, que Dios, de alguna manera pacifique los corazones violentos”, clamó.

Proclamó que hacía un llamado “a todos los que forman las instituciones de nuestro país para que pensemos en lo que esta Semana Santa realmente significa para todos los dominicanos, en primer lugar, pensar que muchas de las cosas que están sucediendo en nuestro país son precisamente consecuencia de que mucha gente ha perdido el verdadero sentido de la fe en Dios, el sentido de solidaridad y de fraternidad y por eso estamos viendo tantos desastres en esta sociedad”, dijo.

Reflexión
El arzobispo de Santo Domingo pronunció una homilía en la Catedral, luego de encabezar la procesión de las palmas, en la que cientos de feligreses caminaron desde la Iglesia de las Mercedes en conmemoración del Domingo de Ramos que da inicio a la Semana Mayor.

López Rodríguiez dijo, asimismo, que a los políticos hay que dejarlos en lo que están y que en la medida en que ellos comprendan que son parte del pueblo dominicano, podrán llevar también este sentimiento religioso.

“O sea, que ellos deben pensar también lo que significa la Samana Santa”, precisó el prelado.

Sobre las investigaciones que se llevan a cabo por la muerte de un reo vinculado al caso Figueroa Agosto, y por el cual el senador por Peravia Wilton Guerrero pidió la destitución del director de Prisiones, mayor general retirado Manuel de Jesús Pérez Sánchez, el Cardenal manifestó que “lo que procede en el caso es investigar ese hecho. El Presidente de la República verá que el responsable de área, luego de las investigaciones, tome las decisiones que correspondan”.

López Rodríguez planteó que esta semana debe servir de reflexión para que los dominicanos piensen en el sacraficio que significó la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su consumación como protagonista de la Pasión que incluyó su ministerio, muerte y resurrección.


Del mismo modo, estimó que los feligreses deben integrarse para orar por el país, pedir a Dios que proteja a esta tierra, a cuyos habitantes atribuyó tener una gran fe cristiana, que se ha expresado a través de la historia.


TRAYECTO DE PROCESIÓN EN LA CIUDAD COLONIAL
A las 4:45 de la tarde los soldados romanos, vestidos con sus ajuares militares, escudos, lanzas, zapatillas y ropajes de la época, penetraron a la Iglesia de las Mercedes y formaron un camino, con dos filas paralelas, entre un gentío que glorificaba a Cristo en medio del calor sofocante del plantel religioso. Los feligreses, desde los más humildes de la ciudad, pasando por los inválidos pedigueños de siempre, hasta los miembros de familias más holgadas, se mantuvieron sentados, mientras el Cardenal, con gafas oscuras para enfrentar los rayos del sol, junto a sacerdotes y acompañantes, se desplazaban a partir de las 5:00, con la figura de Jesús montado sobre el asno, para hacer un símil de la entrada del Señor a Jerusalén.

Entre tambores y pasos medidos los caminantes partieron de las Mercedes, doblaron a la izquierda para pisar la Sánchez, con sus intersecciones de El Conde, José Reyes y 19 de Marzo y desembocar en la Catedral Primada de América, donde los feligreses fueron recibidos con el doblar de las campanas.

El tránsito de la Ciudad Colonial fue interrumpido en todas sus esquinas para permitir que la procesión tuviera fluidez sin interrupciones. Las familias lugareñas que no participaron de manera activa, lo hicieron sacando sus ramos de sus casas, abriendo sus ventanas e integrándose a la jornada que finalizó pasadas las siete treinta de la noche.

El Cardenal anunció una serie de actividades con motivos de la Semana Santa que inicia hoy y concluye el Domingo, que es cuando Jesús resucita.