La Verdad

lunes, 3 de noviembre de 2008

Al décimo tercer día la desesperación los llevó al canibalismo


ISLAS TURCOS Y CAICOS.- Las lesiones en la espalda y las piernas lo mantienen acostado de lado.

Entre lágrimas, Franklin Almánzar Paulino de 39 años, relata el drama que lo llevó al canibalismo en alta mar. Su hijo, Álvaro Luis Almánzar Batista, reposa en una cama aledaña, en la clínica gubernamental de Provinciales en las Islas de Turcos y Caicos.

El joven de 21 años, tiene las piernas severamente irritadas e hinchadas por las condiciones que vivieron durante 15 días a la deriva.

La odisea comenzó el 17 de octubre en Sánchez, Samaná, cuando se embarcó el grupo de 33, 30 hombres y 3 mujeres, todos del Ensanche San Martín de San Francisco de Macorís. "Cuando iban 15 muertos, ya no soportábamos la sed y el hambre, tuvimos que coger a uno, ripiarlo y comérnoslo", relata Almánzar Paulino.

Ya habían tirado al mar a todos los que habían muerto anteriormente.
Este hombre de mediana estatura, padre de 12 hijos, se lanzó al mar con el menor de sus varones, luego de hipotecar su vivienda, para pagar 50 mil pesos por cabeza con la intención de llegar a Puerto Rico. El sueño casi les cuesta la vida a ambos.

"Al ver ya a mi hijo que no tenía nada…", refiriéndose a la deshidratación, "… cogí un trapito que había en la yola, me lo chupé, lo halé, no importaba lo que fuera, y le di el agua a mi hijo en la boca".

Es uno de cuatro sobrevivientes que hicieron cosas que nunca hubiesen imaginado, según dicen por la desesperación.

Todos, en un momento u otro se repetían," alguien tiene que sobrevivir para contar la historia".

Los naufragos coversaron en exclusiva con Alicia Ortega quien viajó a las islas Turcas y Caicos y presentará esta noche a las 9:00 PM, en "El Informe" por Antena Latina, los dramáticos testimonios de los sobrevivientes.

En la yola de 22 pies de eslora dicen llegaron a divisar la Isla Mona y la de Desecheo, lo que les indicaba que estaban cerca de las costas de Puerto Rico. Pero como el capitán, alegando que era un viaje de dos días, les había prohibido traer comida y agua para la travesía, surgió un conflicto entre los viajeros que comenzaban a desesperarse.

Unos decían que continuaran, otros que regresaran. El capitán, identificado por los sobrevivientes como Francisco Soler de Miches finalmente decide devolverse. Para ese entonces relatan, pierden el rumbo.

Ya para el sexto día en alta mar muere la primera persona. Al séptimo, el capitán, supuestamente condenado en el pasado por la muerte de otras dos personas durante un viaje similar, se lanza al mar.

"Yo voy a buscar ayuda, dice Gregorio María Marizan, que dijo el capitán.

"Pero no había tierra, no había luces, no había nada. Señala que se lanzó al agua, con un tanque vacio de gasolina".

María Marizán de 31 años y su hermano Saulio Manuel María Marizán también sobrevivieron, pero no sin antes perder a un tercer hermano, Emmanuel María Marizan de 30 años, quien se tiró al agua el noveno día, delirando y asegurando que también iba en busca de ayuda.

"Cuando uno se está alimentando de una persona siendo de su mismo género, eso es lo más terrible", dijo Gregorio, quien por su experiencia como pescador durante los últimos 10 años, tomó las riendas de la embarcación.

"Le pedía a Dios y a los Santos que me dieran valor porque si en una agrupación nos desesperamos todos, todos íbamos a fracasar".

Asegura que nunca pensó en la muerte. Sin embargo su hermano Saulio fue el único de los cuatro, que prefirió morir antes de comerse a un compañero muerto. "Mejor que me mate Dios les dije, yo no voy a comer, y no comí", dijo. "No se algo me decía que no, que no podía ni tocarlo".

No se pierda esta noche a las 9:00 PM, "El Informe" con Alicia Ortega, los degarradores testimonios de los sobrevivientes, por Antena Latina.

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