Estaciones de GLP incumplen normas

En Santo Domingo Este operan estaciones distribuidoras de Gas Licuado de Petróleo (GLP) que nunca fueron evaluadas por las autoridades correspondientes antes de ser instaladas. Su funcionamiento pone en riesgo la vida de miles de habitantes y delata la negligencia de los organismos reguladores.

Según el intendente general del Cuerpo de Bomberos, coronel Rafael Javier Bueno, en las principales avenidas del municipio, debajo del tendido eléctrico de alta tensión han sido abiertas “bombas de gas” que amenazan comercios, iglesias, escuelas y viviendas, ante la mirada de los funcionarios del Ayuntamiento y Medio Ambiente.

Ayer, con un saldo de siete personas heridas, decenas de negocios y viviendas afectados, pérdidas económicas millonarias y la imagen de toda una comunidad escapando del fuego en plena madrugada, una explosión demostró estos descuidos. Las evaluaciones de la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR) indican que la envasadora Gas León, ubicada en la autopista de San Isidro, explotó porque el personal encargado de transferir el combustible no cumplió con el protocolo de seguridad que rige a estos negocios.

Además, la distribuidora de Gas Licuado de Petróleo (GLP) tenía una capacidad de almacenamiento de 32,000 mil galones de combustible, cuando las estaciones localizadas en zonas urbanas no deben almacenar más de 12,000 galones, según las normativas. El director de DIGENOR, Julio Santana, explicó que los dos tanques estacionarios que estallaron la madrugada de ayer, uno de 18,000 mil galones y otro de 13,500, no contaban con los rociadores de agua necesarios para apagar incendios y disminuir la temperatura.

“El personal que hizo el trasiego del gas desde el camión a los tanques estacionarios es un personal no entrenado. El empalme no se hizo correctamente, el gas se escapó, y los operadores salieron corriendo”, explicó.