Rossó Peña decide entregarse a EEUU

Luego de ser sometido a un prolongado interrogatorio por la Procuraduría General de la Republica, el ex teniente de navío de la Marina de Guerra, Carlos E. Rossó Peña, decidió entregarse ayer a la Justicia de los Estados Unidos, de donde es reclamado en extradición para que responda por acusaciones de supuestos vínculos con el narcotráfico.

Rossó Peña, quien fue deportado desde Colombia, donde entró con documentos falsos, declaró su intención de entregarse voluntariamente ante las autoridades norteamericanas firmando un acto notarial, a fin de ser procesado por acusaciones de proteger y custodiar embarcaciones utilizadas por carteles del narcotráfico para introducir grandes cargamentos de estupefacientes a Estados Unidos.

Al manifestar su intención, el Departamento Internacional y Extradiciones de la Procuraduría de la República, que coordina la procuradora adjunto Gisela Cueto, llevo a Rossó Peña ante los jueces de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia que lo cuestionó sobre si quería irse de forma voluntaria.

El tribunal, presidido por el juez Julio Ibarra Ríos, e integrado por Víctor Castellanos, Edgar Contreras, y Dulce Rodríguez de Goris, emitió un “No ha lugar” a ordenar la extradición de Rossó Peña, debido a que se comprometió a una entrega voluntaria.

Huyó por Haití
El ex marino huyó el 13 de septiembre pasado desde el país hacia Haití, para llegar hasta Colombia, a fin de entregarse allí a un supuesto agente de la DEA. En Haití compró documentos falsos y adoptó el nombre de Ángel Bolívar Alcántara Pérez.

De allí se marchó a Panamá y luego a Colombia, entre el martes y el miércoles, donde fue atrapado y cuyas autoridades iniciaron el proceso de deportación hacia Haití.

Pero, Rossó Peña se identificó como dominicano y en vez de producir su expulsión hacia Haití, lo mandaron a República Dominicana. En el Aeropuerto Internacional las Américas llegó y nadie sabía que se se trataba de un fugitivo con una orden de arresto emitida el 9 de agosto por la SCJ.