Sepultan a padre suicida y a su hijo

Santiago.- En medio del dolor, la tristeza y la confusión de sus familiares, allegados y vecinos, fueron sepultados ayer en el cementerio municipal del Ingenio Abajo, Santiago, los restos del niño Ambiorix Germosén (Junior), de 7 años, quien murió al ser lanzado al vacío en el puente Duarte de la capital por su padre, quien luego decidió arrojarse de la estructura.

El velatorio del menor se llevó a cabo en la funeraria Savica y luego su cuerpo fue enterrado a las 10:30 de la mañana en el cementerio del Ingenio Abajo.

Mientras los restos de su padre José Ambiórix Germosén Díaz, de 36 años, fueron velados en la funeraria Blandino y luego sepultados en el cementerio de la calle 30 de Marzo, ayer a las 11:00 de la mañana.

La madre del niño, Mirna Durán, atribulada por la trágica e irreparable pérdida de su vástago, rehusó conversar con la prensa y en medio de la desesperación y llantos se conformaba con tenderle la mano derecha por su mejilla y a veces lo besaba con ternura y dolor. “No me explico porqué él hizo eso, no había razones para hacerlo, debió dejar a mi hijo vivo”, comentaba en medio de llantos con algunos de sus familiares y allegados, mientras era acompañada de su otra hija de 14 años que tampoco cesaba de llorar a su hermanito.

Desesperada
Según cuentan familiares de la pareja, aunque tenían algunas diferencias mantenían relaciones de amistad, hasta el extremo de que el pasado miércoles ella lo autorizó a retirar un dinero de una agencia de envío de valores de esta ciudad.

Fue entonces cuando el infanticida y homicida aprovechó las circunstancias para hacerse acompañar de su hijo. La madre, según narran sus parientes, al ver que pasaban más de dos horas y José Ambiórix y su hijo no se reportaban, lo llamó a su celular, pero no respondió. Desesperada acudió a la Policía y contó lo sucedido, pero que en la institución le dijeron que debía esperar 48 horas para dar a ambos por desaparecidos.