Préval: Las decapitaciones en Herrera son un asunto entre particulares
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- Luego de la protesta frente a la embajada dominicana en Puerto Príncipe por la decapitación de un inmigrante haitiano en Herrera, el presidente de Haití, René Préval, llamó a sus ciudadanos a la calma, al considerar que el homicidio fue un asunto entre particulares y no afecta la relación bilateral.
En sus primeras declaraciones sobre el incidente en el que el haitiano Carlos Nerilus fue linchado y decapitado en venganza tras matar a su patrón dominicano, el jefe de Estado haitiano consideró que corresponde a las autoridades judiciales y policiales de República Dominicana esclarecer los hechos.
“Se trata de un problema civil que involucró la muerte de un haitiano y un dominicano, pero no las relaciones bilaterales”, destacó el gobernante citado por Haiti Press Network.
Al llamar a la calma a sus compatriotas, Préval pidió en declaraciones a la emisora Radio Metropole evitar la tentación de vincular la decapitación de Nerilus con las relaciones entre Haití y República Dominicana.
El mandatario emitió sus declaraciones en la localidad de Gonaives, al ser cuestionado por la prensa sobre el incidente en el que Nerilus fue linchado y decapitado el pasado 2 de mayo en el sector Buenos Aires, de Herrera, en venganza por haber degollado de un machetazo, un día antes, a su patrón, Francisco de León Lara.
Aunque la Policía dominicana informó el pasado 4 de mayo que buscaba como autor material del asesinato del inmigrante a Rusbert de León Lara, hermano de la víctima dominicana, cuatro días después informó que un hombre identificado como Confesor Reyes se había entregado por su presunta participación en la decapitación del haitiano.
Tras la difusión de la noticia de que Nerilus había sido decapitado en un lugar público y mientras los testigos fotografiaban y tomaban video del hecho, diversos grupos políticos, civiles y derechos humanos de Haití protestaron por lo que consideraron xenofobia en República Dominicana.
Cerca de un centenar de manifestantes protestó el pasado 8 de mayo frente a la embajada y al consulado dominicanos en Puerto Príncipe, donde destrozaron el escudo nacional y quemaron una bandera criolla para exigir justicia por Nerilus.
Etiquetas: Relaciones exteriores
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