Multitud intenta linchar a tres por muerte de sargento

Santo Domingo.- Por más de ocho horas permaneció en vigilia una multitud enfurecida frente al cuartel policial de Villa Liberación en Santo Domingo Este, con la intención de linchar a tres jóvenes acusados de matar al sargento del Ejército Nacional, Duarte Mateo Encarnación.

Los agentes del cuartel vivieron momentos de tensión frente a unas 700 personas que se congregaron desde las 6:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde, pidiendo a gritos que le entregaran “esas ratas”, Michel Solís Montero “Jeison”, de 20 años de edad, y dos parientes no identificados de su misma edad.

Según testimonios de los lugareños, los jóvenes mataron cruelmente al sargento para despojarlo de una motocicleta y otras pertenencias, hecho ocurrido a menos de cien metros del pequeño edificio que aloja el cuartel, adonde fueron llevados ayer los imputados.

“Que nos los entreguen es lo que queremos para aplicarle la segunda ley. No podemos permitir que ratas como esas sigan viviendo” dijo Juan Reyes, habitante del lugar. A lo largo de la jornada, el comandante del Almirante, coronel Antonio J.R, habló con las juntas de vecinos del lugar y dirigentes comunitarios para llegar a un acuerdo que permitiera trasladar a los muchachos a un lugar seguro, pero fue imposible por la euforia de la multitud.

Mientras afuera la gente permanecía en una especie de fiesta, en el interior del cuartel los jóvenes lloraban desconsolados, por el temor a ser asesinados.

Sin embargo, pasadas las 3:00 de la tarde, la comandancia de El Almirante, tras esperar los refuerzos del Destacamento Duarte que nunca llegaron, diseñaron una estrategia mediante la cual pudieron sacar a los detenidos del lugar.

La operación se hizo en medio de un momento de mucha tensión, porque entre la multitud había personas armadas con armas blancas y de fuego, las cuales exhibieron y dijeron que las tenían para hacerle a los jóvenes lo mismo que le hicieron al militar asesinado.

“Es que el militar era una persona buena. Era un dirigente comunitario que se había ganado el respeto y la confianza de nosotros, por las buenas acciones que realizaba.

Pero esas ratas lo asesinaron de la forma más cruel y es por eso nuestro enfado”, dijo Alfredo Pérez.

Las personas furiosas gritaban “entreguen esas ratas” al tiempo de reprochar la protección policial a los detenidos.

Al momento de ser sacados de la edificación, la multitud lanzó piedras a las unidades de la Policía que respondieron con disparos al aire, acción con la cual lograron dispersar a la enfurecida multitud que se lanzó al suelo boca abajo por temor a ser alcanzada por una de las balas.

A pesar de la situación que se vivió en el lugar, entre los presentes había niños, y algunas madres tenían incluso sus bebés cargados en medio de ese “río” humano que esperaba a sus presas.