Montás pide a organismos internacionales flexibilizar condiciones de préstamos
OPORTO, Portugal. – El Secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temistocles Montás, pidió el lunes a representantes de organismos multilaterales reunidos aquí flexibilizar las condicionalidades que imponen para el otorgamiento de préstamos y que a los países impactados por los efectos de la crisis mundial se les apliquen procedimientos más célebres de desembolsos.
Asimismo, Montás planteó como pertinente y provechoso, en la presente coyuntura, el diseño de un mecanismo mediante el cual los países de la región, especialmente los de condiciones más vulnerables, puedan acceder a financiamiento en los mercados de capitales, en condiciones favorables para la aplicación de políticas anticlicas, aprovechando la sombrilla del Banco Mundial.
“Frente a esta situación, en la presente coyuntura, entendemos pertinente que los organismos multilaterales (como el BID, el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento, el Banco Centroamericano de Inversiones, la Corporación Andina de Fomento, el Banco Europeo de Inversiones y hasta el mismo Fondo Monetario Internacional), flexibilicen las condicionalidades para el otorgamiento de préstamos y apliquen procedimientos más céleres en las operaciones de desembolso para la ejecución de los mismos”, planteó Montás.
Montás planteó también que los recursos externos debieran ser una fuente fundamental para cubrir un mayor déficit, jugar un rol anticiclico, mantener las inversiones y proteger de manera más efectiva el empleo. En este contexto, también, instamos a la adopción de medidas que fomenten la transparencia del sistema financiero, de modo que se recupere la confianza en el sector por parte de los agentes económicos y se sienten las bases para la recuperación de la economía.
Destacó que en la actualidad la adopción de políticas anticiclicas es el consejo de consenso para enfrentar la coyuntura de crisis financiera, reducir sus impactos en la economía real y mitigar sus costes sociales inherentes promoviendo el empleo, la estabilidad y el crecimiento económico, y sin poner en riesgo la estabilidad a largo plazo de las finanzas públicas ni la estabilidad de los precios.
Montás hizo el pedido en un evento auspiciado en la capital de Portugal por la Secretaría General de la Cumbre Iberoamericana y que tuvo por objetivo conocer la posición de los países iberoamericano en torno a la manera de enfrentar la crisis económica mundial frente a la próxima reunión en Inglaterra del grupo de los 20 países más desarrollados del mundo (G-20).
Reforzó su petición citando el hecho de que países como República Dominicana que apenas hasta el primer trimestre del 2008 tuvieron un buen desempeño y crecimiento económico, hoy se están viendo compelidos a constreñir el gasto público a causa de la crisis financiera global.
En el caso especifico de su país, el funcionario destacó que de un gasto público equivalente al 19 por ciento del PIB se ha tenido que descender hasta el 16 por ciento del PIB, a causa, sobre todo, de la caída de los ingresos fiscales y a las dificultades para acceder al crédito internacional.
Esto está ocurriendo en República Dominicana en momentos en que, paradójicamente, la generalidad de los países de América Latina están expandiendo el gasto público en proporciones considerables, hasta el punto de que, por ejemplo, Argentina contempla una expansión por encima del 5 por ciento del PIB, en comparación con sus gastos en el 2008, dijo Montás.
También, cuando el mismo Fondo Monetario Internacional está recomendando ya una expansión fiscal superior al 2% del PIB para estimular la demanda interna de los países; y cuando los mismos Estados Unidos están pasando de un déficit fiscal del 4.6% del PIB en el 2008 a uno de 12.3% del PIB para 2009, señaló el funcionario dominicano.
El evento se dedicó concretamente a conocer las recomendaciones de los países iberoamericanos para una salida a la actual crisis económica mundial y participaron, entre otros, Enrique Iglesias, Secretario General de la Cumbre Iberoamericana; Nicolás Eyzaguirre, ejecutivo del FMI; Angel Gurria, en representación de la OCDE; Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Luis Alberto Moreno, Presidente del BID; Enrique García, de la Corporación Andina de Fomento; Pamela Cox, del Banco Mundial y Carlos Costa, del Banco Europeo de Inversión.
“A la República Dominicana le preocupa que el esfuerzo realizado en años previos, aplicando políticas prudentes para establecer la estabilidad macroeconómica, y que en su momento significaron altos costos económicos y grandes sacrificios sociales; luego de fructificar en términos de crecimiento económico y en recuperación del empleo entre 2005 y 2008, ahora, de repente, nos encontramos inmersos en una situación de enfriamiento rápido de la economía, pérdida de empleos y deterioro de los principales indicadores de desempeño económico y social, expresó el Secretario de Economía, Planificación y Desarrollo.
Recordó que luego de enfrentar en el 2003 una crisis económica que costó el 21% del Producto Interno Bruto, entre 2005 y 2008 la economía dominicana tuvo un desempeño ejemplar.
Señaló que su tasa de crecimiento promedio anual fue de 8.3%, una de las más altas de la región; y la tasa de inflación, promedio anual, fue de un digito (6.5%).
Asimismo, el sistema bancario se capitalizo y exhibe hoy índices de solvencia por encima de lo que aconsejan las normas internacionales; y se fortalecieron las regulaciones prudenciales. En definitiva, se puede afirmar que, en lo económico, hicimos bien la tarea, dijo el funcionario.
Sin embargo, dijo que a partir de 2008 el país se vio compelido a encarar los choques externos provocados por el alza del petróleo y las materias primas, que gravitó negativamente sobre el balance de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
A mediados del año pasado, recordó el funcionario, la previsión era que, de mantenerse durante el año los niveles de precio de los productos señalados, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos llegaría al 12% del Producto Interno Bruto, y la inflación alcanzaría niveles de dos dígitos.
Pero dijo que en respuesta a las presiones que imponía la referida coyuntura, el Banco Central de la República Dominicana incrementó las tasas de interés, enfriando la demanda, lo que tuvo como consecuencia una desaceleración del crecimiento del PIB a partir del tercer trimestre del año.
Por otra parte, siguió explicando Montás, con fines de atenuar los efectos del choque petrolero y de las materias primas sobre la población, el Gobierno se vio precisado a asumir y aumentar el subsidio a la tarifa eléctrica, al gas de cocina y a los alimentos; incluso, subsidio de manera temporal el empleo en empresas de zonas francas. En 2008, esta política llego a representar un costo fiscal de alrededor de 3% del Producto Interno Bruto en el 2008, dijo Montás.
Etiquetas: Economía
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