La extensión del periodo legislativo
Por Enrique Alberto Ramírez/Periodista
Tenemos que trabajar mucho durante este año y el venidero para enfrentar la difícil crisis económica, pero lo penoso de todo eso es que tenemos que hacer una gran inversión para poder mantener nuestro sistema democrático. En pocas palabras, tendremos que derrochar una gran cantidad de dinero para la campaña y la elección de nuevas autoridades municipales y congresuales.
Hay aprestos para la modificación de la Carta Magna, buscando entre otras cosas, unificar las elecciones, porque no resistimos la celebración de dos campañas y dos comicios en cuatro años.
Esa coyuntura ha despertado el interés de algunos legisladores para tratar de extenderse el período a seis años, es decir, a dos años más, mientras que se levanta una estela de oposición a ese “absurdo” inconstitucional.
Los legisladores extensionistas, arman sus argumentos a propósito de que con una crisis económica como la actual, el pueblo no esta en condiciones económicas de cargar con el derroche de dinero que significa adentrarse tan rápido a otra campaña electoral ni al sostenimiento posterior de un mayor número de bancadas de legisladores.
Sobre todo, entienden que una campaña electoral para escoger autoridades municipales y congresuales por dos años, desencadena los mismos gastos que si fuera por un periodo de cuatro años.
Podría ser un punto de negociación, la posibilidad de otra reelección presidencial o la eliminación del “nunca jamás”.
Desde el punto de vista constitucional, la existencia de un precedente, lo ocurrido en el año 94, cuando diezmaron el período constitucional para el cual fue electo por cuatro años el doctor Joaquín Balaguer y que producto de una negociación le fueron diezmados dos años, no hace diferente la fórmula para la extensión del período legislativo.
La extensión del período podría significar una garantía para los partidos mayoritarios que tienen representantes en el congreso, para poder mantener la hegemonía en los hemiciclos.
Si es o no constitucional y de que con esto se podría usurpar el poder del pueblo, también para ellos tiene sus bemoles, pues si fue buena la alteración constitucional para la reducción del período presidencial del doctor Balaguer, en estos momentos de crisis económica e incluso de crisis política, también pudiera justificarse.
En el año 2002 se reformuló la constitución para reintroducir la reelección, cuando el Presidente de la República de turno, había sido electo por cuatro años, con una constitución vigente en ese momento que no permitía la reelección siendo modificada para permitir que el presidente optara por la reelección presidencial, además de que se le aplicó la no retroactividad.
Argumentos hay de más, por eso considero que la extensión del período legislativo será cosa de apreciación y conveniencias políticas.
Etiquetas: Opinión
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