El pueblo de Jimaní cambia por las crecidas de ríos y arroyos
LA DESCUBIERTA, Independencia.- Las inundaciones ocasionadas por el lago haitiano Azuei en el municipio Jimaní, en República Dominicana, aislaron a las comunidades La 39 y La 40, cuyos residentes han tenido que recurrir al uso de una yola y botes para trasladarse de su casa al pueblo y viceversa.
Ambos asentamientos humanos se encuentran en territorio dominicano, pero la mayoría de sus habitantes es oriunda de Haití, que antes utilizaba transporte terrestre para salir y entrar de allí.
La yola hace una travesía de unos 150 metros de distancia y tiene su atracadero justo a la orilla de la carretera que une a República Dominicana con territorio haitiano, donde se realiza el mercado binacional, en tierra de nadie.
La Asociación Dominicana de Agencias de Viajes y Turismo (Adavit) expresó su preocupación por el desbordamiento de los lagos Enriquillo y Azuei, fenómeno que afecta decenas de comunidades de las provincias Independencia y Baoruco, donde hay espacios turísticos impresionantes.
“Expertos han calificado a estos fenómenos como extraños, por lo que solicitamos a las autoridades canalizar los recursos necesarios para ir en auxilio de esta hermosa zona tan importante y con atractivos ecoturísticos, culturales e históricos singulares, cuya explotación es una de las mejores fuentes de ingreso económico para estas poblaciones”, advierte en un comunicado.
La mayoría de las agencias de viajes afiliadas a la Adavit ofrecen tours regulares a esta zona del país, y temen que las actividades ecoturísticas se vean afectadas.
“Adavit apoya a los residentes de la zona, quienes solicitan la ejecución de acciones de ambos gobiernos para que por lo menos se minimicen los daños causados por dicho fenómeno”, expresa.
Temen por brotes
De su lado, personas que viven en las comunidades más afectadas por las inundaciones vaticinaron que, sumado al hambre que les espera fruto de la pérdida de sus predios agrícolas, también tendrán que enfrentar enfermedades infecciosas que se generarán por las inundaciones.
Explicaron que en la medida las aguas aumenten y saturen los suelos dentro de sus comunidades, afectarán de forma significativa los sistemas de desagüe sanitario, generando un problema ambiental que traerá epidemias como resultado.
Los señores Alcibíades Soto Carvajal, Virginio Medina, Maino Heredia y Julio Pérez, advirtieron que en los municipios donde han desaparecido las viviendas, también han quedado bajo las aguas los pozos filtrantes. Las áreas inundadas dejan escapar un olor nauseabundo, fruto de los restos de los árboles en proceso de putrefacción, lo cual atrae insectos voladores que la gente asegura prácticamente habían desaparecido.
Etiquetas: Reportaje
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