Cuidemos los autobuses de la OMSA

Por: Alberto Ramirez
Las autoridades de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) realizan ingentes esfuerzos para mejorar la ya exigua flotilla de vehículos de que dispone esa institución, cuyos colectivos tienen ya entre doce y siete años interrumpidos de servicio a la comunidad.
Las últimas de esas unidades fueron adquiridas para el transporte de los atletas en los Juegos Panamericanos.
Todo esto quiere decir que el tiempo de vida útil de esos autobuses, que debe ser de alrededor de cinco años, se ha vencido doblemente y que los mismos continúan en las calles dando servicios (aunque en condiciones precarias) gracias a la eficiente labor de mantenimiento que se lleva a cabo en la administración de esta empresa estatal de servicio.
La OMSA fue creada por el presidente Leonel Fernández, en su primer período de gobierno, con el propósito básico de ofrecer transporte seguro y a bajo precio a la clase social más necesitada del país, que es la que utiliza este servicio y es la que más necesita del mismo, pues ofrece mayor distancia por menos dinero.
Pero resulta que la clase humilde es también el mismo estrato social que más se lanza a las calles a realizar protestas ante la falta de algún servicio público. En esas manifestaciones callejeras, muchos vándalos se aprovechan para hacer daño a la propiedad pública y hasta a la privada.
Recientemente, por ejemplo, mientras se protestaba por la deficiencia en el suministro de energía eléctrica, desaprensivos agredieron una decena de autobuses de la OMSA, logrando con esa actitud, hacer más deficiente el servicio de transporte que a la postre les perjudica a ellos mismos que son quienes utilizan este servicio publico para desplazarse hacia sus respectivos centros de estudio o trabajo.
El director de la OMSA, ingeniero Ignacio Ditrén, se quejaba amargamente y con toda la razón porque en las ultimas protestas le dañaron diez unidades, lo que viene a agravar aún más la deficiencia de autobuses que tiene la institución; Y se peguntaba, que ¿si la mejor manera de protestar por la deficiencia de un servicio era dañando otro servicio?
La gente tiene que entender que los autobuses de la OMSA son una propiedad que más que del Estado es del pueblo dominicano directamente; y es al propio pueblo a quien le conviene mantener este servicio por lo que debe convertirse en un celoso guardián de las guaguas, mucho más ahora que las autoridades se esfuerzan por adquirir nuevos autobuses para dar ser más efectivo el transporte a la clase humilde el país, de manera barata, segura y decente.
Etiquetas: Opinion

0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio