La Verdad

miércoles, 22 de octubre de 2008

Camilo, la banca está preparada para enfrentar crisis mundial

Por Manuel Frontán
SANTO DOMINGO


El Superintendente de Bancos, Rafael Camilo, afirmó hoy que el sistema bancario del país está fortalecido para enfrentar "los efectos que pudiera tener sobre la economía dominicana la coyuntura internacional", caracterizada por una crisis financiera y consideró que es prematuro propnosticar que la misma causará calamidades en el país.

"Como se observa, el sistema financiero mantiene actualmente una posición robusta. Los indicadores de solvencia, nivel de liquidez, la baja morosidad de su cartera y los altos niveles de provisiones nos permiten afirmar sin temor a equívocos, que tenemos un sistema financiero consolidado, aislado de las convulsiones externas, lo cual ha sido logrado por un diseño de una regulación adecuada y una eficiente supervisión", dijo en un discurso que pronunció ante los miembros de la Cámara Americana de Comercio.

Manifestó que, no obstante, la solidez que dice tener la banca dominicana está consciente que se ese fortalecimiento es un operación continúa y que se requiere seguir avanzado en la aplicación de la normas bancarias y en la mitigación de riesgos.

Camilo expuso que la situación financiera internacional y el entorno económico local presentan desafíos que hay que tener presente para una buena gestión financiera y que la Superintendencia de Bancos se orienta a evaluar los riesgos asumidos por las entidades financieras.

"Para enfrentar los efectos de un entorno más complejo, el Sistema Financiero Nacional deberá implementar estrategias de financiamiento e inversión orientadas a la gestión de riesgos adoptando medidas tales como aumento de plazos de sus captaciones; aumento de posiciones en instrumentos de alta liquidez; incorporación de ejercicios de tensión de liquidez a la gestión de los riesgos; monitoreo de la disponibilidad de líneas de la banca corresponsal; gestión integrada de los riesgos, entre otras, de manera que la oferta de crédito sea moderada y en estrecha correspondencia con la capacidad de pago de los deudores", expuso.

En ese orden , señaló que lo que se plantea es que los estándares de aprobación de créditos sean ajustados a la gestión prudencial. "Creemos que estamos en un momento en que se impone la moderación y la prudencia en la gestión de las entidades de intermediación financiera. Actuar con cautela extrema en nuevas iniciativas debe ser la norma, pues el futuro económico externo a un corto plazo se muestra todavía incierto y en un mundo interdependiente como el de hoy nadie puede plantear con certeza el efecto que pueda tener sobre nuestra economía", agregó.

Efectos de la crisis en RD

De otro lado, consideró que es precipitado pronosticar calamidades sobre los en el país por efectos de la crisis internacional en el país como han dicho muchos analistas económicos y políticos, todo cuando se dejan de lado importantes factores:

Primero citó el efecto de la recesión no será uniforme para todos los países de la región, pues la estructura económica regional ha variado en las últimas décadas de forma significativa. "Ya no somos todos exportadores de materias primas y el efecto, tanto de las subidas de sus precios como de sus reducciones, nos afecta de manera desigual".

En ese sentido, reveló que los países de la región exportadores de materias primas se verán afectados por la reducción de la demanda de sus exportaciones y las caídas de los precios, para la República Dominicana ese no es el caso, ya que el contrario se beneficiará de la reducción de sus precios como es el caso del maíz, el trigo, la soya y otros.

En segundo lugar expuso que se especula sobre una disminución de las remesas que envían los dominicanos, sin detenerse a pensar en cuáles áreas del mercado laboral de los Estados Unidos se insertan los dominicanos. "Es bien sabido que una crisis nunca afecta por igual ni a todas las áreas de la economía ni a todos los Estados de la Unión Americana".

"Por ejemplo, para México sus remesas han estado disminuyendo desde hace cierto tiempo, una tendencia que puede mantenerse ya que un gran número de los emigrantes mexicanos trabajan en la industria de la construcción y en la agricultura con contratos temporales, situación que no sucede con los dominicanos que trabajan en un número importante en los sectores de servicio, ligados a la venta de mercancías al detalle (bodegas), al transporte (taxistas), a supermercados, entre otros", precisó

Tercero, Camilo manifestó en lo tocante al turismo debemos esperar antes de pronosticar calamidades. Somos un destino de turismo barato y atado a muchos operadores internacionales que deben mantener un adecuado nivel de ocupación en sus hoteles, con paquetes vacacionales vendidos para todo el año; agregándose a esto, que para el turista norteamericano, otros destinos le resultan muy costosos en estos momentos.

Cuarto, consideramos que el sector que probablemente se verá más afectado será el de zonas francas, pues la recesión en Estados Unidos tenderá a reducir el nivel de demanda de los consumidores; y además, la inversión extranjera directa puede ser afectada por las restricciones crediticias.

Quinto, debemos apuntar que la caída de la entrada de capitales de inversión directa podría ser contrarrestada por la entrada de capital no-dominicano y dominicano depositado en el exterior, para desarrollar proyectos nuevos y para ampliar algunos existentes.

Sexto, expuso que es posible esperar para el año 2009 una política fiscal muy activa en EUA con el fin de sostener el consumo. Luego de haber lanzado el rescate del sector financiero más grande que ha conocido la historia de ese país, es difícil imaginarse que Washington sencillamente pueda darle la espalda al ciudadano común cuando su nivel de consumo sea afectado por la crisis.

"En definitiva, lo que queremos subrayar es que no debemos augurar calamidades para la economía dominica a destiempo, despertando pesimismo, sobre todo cuando no se cuenta con todos los elementos de juicio para hacer pronósticos acertados y sin tener en cuenta las peculiaridades de nuestra economía y de los factores externos que le afectan", añadió.

Estamos conscientes, agregó, de que los temores son el resultado, de una parte, de la posibilidad de una reducción de los ingresos en divisas y el efecto que esto tendría sobre el crecimiento de la economía. Consideramos que la reducción se verá en parte compensada por la disminución de los precios de las materias primas agrícolas y del petróleo.

Por ejemplo, citó que con relación al petróleo, para junio de este año, el Banco Central proyectaba una factura petrolera de 5,200 millones de dólares con precios por encima de los ciento treinta dólares el barril. La reducción que tendrá la factura petrolera, cuando el precio del petróleo se ha reducido a más de un 50%, será significativa para nuestra economía.

Pretender, agregó, sumirnos ahora en un debate sobre si la economía esta blindada o no, seria animar una discusión bizantina que no conduce a nada.

"Lo relevante es que el Gobierno ha estado actuando en la dirección correcta desde que el equipo económico avizoró que venían turbulencias en la economía internacional y se iniciaron acciones de políticas económicas preventivas", añadió.

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