Rumores sobre venta del Listín Diario

Insistentes rumores sobre la supuesta venta de Grupo de Comunicaciones Listín Diario fueron tan activas este miércoles en esta capital que en algunos casos causaron apagones telefónicos.

Los rumores daban cuenta de que el Grupo Vicini, actualmente muy activo en la adquisición de empresas locales, sería el ente adquiriente del grupo de comunicaciones que edita el diario de papel impreso más viejo del país.

Sin embargo, la supuesta venta del Grupo Listín Diario no despeja las muchísimas preguntas que de inmediato surgen, siendo la principal quién sería el vendedor, si el gobierno, el Banco Central o Ramón Báez Romano, ocupante del conglomerado, pero no el dueño.

En la actualidad, sobre el Grupo Listín Diario hay 22 demandas judiciales y en los últimos dos meses se celebraron 4 audiencias de las decenas de actividades legales a que está sometido, debido a su situación legal.

Como se conoce, el Grupo Listín Diario era una subsidiaria el conglomerado BANINTER, entidad que desde el 2002 se fue a la bancarrota. Por el fraude financiero envuelto en la bancarrota de BANINTER están condenados de manera definitiva a 10 años de cárcel su principal propietario, Ramón Báez Figueroa, y sus principales ejecutivos, Marcos Báez Cocco y Viviam Lubrano de Castillo (en libertad por indulto), mientras que el asesor principal, Luis Álvarez Renta también purga una condena de 10 años por los mismos delitos, incluyendo el de lavado de activos.

Báez Figueroa adquirió el Grupo Listín Diario con dinero de BANINTER, no con dinero personal ni de su familia, pero al mismo tiempo generó una fuerte deuda con el banco, deuda que cuando fue descubierta bordeaba los 3,000 millones de pesos. El no pago de la misma la ha disparado.

Sin embargo, el Grupo Listín, que integran también emisoras de radio, fue entregado a Ramón Báez Romano, quien nunca ha podido demostrar que pagara algún centavo de su dinero para adquirir la propiedad del grupo. Incluso, en materia de actuación de las autoridades del Banco Central está pendiente investigar la cuenta personal de Báez Romano en BANINTER, cuyo monto anda por los 900 millones no pagados. Incluso, el dinero pagado por su hijo para comprarle las acciones de BANINTER y sacarlo de su jefatura, procedía de los ahorrantes y no dinero de su hijo.

Otra complicada pregunta que surge es si la venta se puede hacer sin una subasta como estipula la ley.

Algunos sectores empresariales consultados evacuaron dudas sobre que la familia Vicini se arriesgue a comprar a ese Grupo de Comunicaciones sin claridad legal a la vista, aunque se conoce que dicho grupo anda desesperado por involucrarse en medios de comunicación.

Antes, otros rumores situaron al cubano-venezolono Gustavo Cisneros también como comprador del Grupo Listín para lo cual, se dijo entonces, se asoció a otros grupos dominicanos.

Pero antes del rumor de la compra por Vicini, otro rumor ponía en manos de Pepín Corripio y un grupo “de testaferros” la compra del Grupo Listín Diario.

De lo que no hay dudas es que ciertamente Listín Diario despierta “hambre” en muchos sectores económicos de dinero. Un poco de nostalgia acompaña esa hambre, ignorándose los cambios importantes en el mundo de las comunicaciones a partir del desarrollo del internet y los profundos cambios en las formas en que las personas se informan.

Hasta los íconos del diarismo impreso de Estados Unidos andan en profundas crisis de lectores, de publicidad, de circulación y financiera. Los diarios impresos dominicanos no andan lejos de esos escenarios, siendo muy baja la circulación impresa y un dolor de cabeza mantenerlos.

En el caso Listín Diario sus costos andan por los 40 millones de pesos al mes, pero sus ingresos publicitarios no llegan a 30 millones mensuales. Su circulación diaria es un esfuerzo complicado. Todos sus planes de inversión fueron propuestos hace años. Su rotativa es tan obsoleta no imprime 20 mil ejemplares en 10 horas. En la parte atrás se levanta el último intento de dotarla de una rotativa moderna: una edificación ensamblada en un 20 %. La rotativa fue devuelta con la quiebra de BANINTER, entidad que aseguraba el financiamiento a través de otros bancos locales, como el Progreso y el International Bank of Miami.

De manera que el comprador potencial debe evaluar los temas legales, pero también la sobrevivencia misma del diario, tanto por sus costos como por los requerimientos de capital para la renovación en un mundo cada vez más de espalda a la prensa escrita.