La Verdad

lunes, 27 de julio de 2009

En tarde lluviosa, Henderson y Rice entran a Cooperstown


Aparte de unas cuantas gotas de lluvia sobre el Clark Sports Center en el epicentro del béisbol, los dos jardineros izquierdos -- el mejor ejemplo de un primer bate, Rickey Henderson y el perpetuo bateador de poder, Jim Rice -- compartieron el escenario para la ceremonia anual con los 50 miembros del Salón de la Fama.

Rickey estaba al frente de todos con su famosa sonrisa, y Rice, mostrando una sonrisa que nunca se vio en el terreno, entre los grandes -- literalmente y oficialmente.

“Es como recibir la bienvenida en el plato luego de conectar un jonrón que le dio la victoria a tu equipo”, explicó Rice, mostrando su alegría durante su discurso.

Henderson -- quien gracias a su extrovertida personalidad hizo de su discurso uno de los más anticipados -- no tomó riesgos y terminó con un tono sincero y lleno de respeto, de nuevo citando a su ídolo Muhammad Ali.

“He terminado mi viaje como jugador”, dijo Henderson. “Ahora estoy entre los mejores peloteros de toda la historia. Y en estos momentos, me siento muy, muy humilde”.

Para Henderson, la espera para que entrara entre los mejores en la primera papeleta solamente era cuestión de que dejara de jugar para comenzar el conteo regresivo para el Salón de la Fama. Para Rice, la espera era tan grande como el Monstruo Verde del Fenway Park, todos los 15 años que un pelotero tiene para estar en la papeleta de la Asociación de Cronistas de los Estados Unidos.

El primer bate, Henderson, tomó el último swing en el podio para los nuevos miembros del Salón de la Fama. Luego de practicar su discurso en una universidad de su ciudad natal de Oakland, Henderson estaba decidido a mantener su discurso enfocado en el respeto que tiene por el deporte.

“Cuando piensen en mí, quiero que me recuerden como ese muchacho de un barrio que jugó con todo su corazón y nunca se olvidó lo afortunado que fue por poder jugar béisbol”, dijo Henderson. (+) Rickey Henderson, probablemente el mejor primer bate que ha tenido el béisbol, y Rice, quien fue una de las principales fuerzas ofensivas de las décadas del 70 y 80, ya tienen su nicho en el Salón de la Fama del Béisbol.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio