La Verdad

martes, 14 de abril de 2009

Gilberto Reyes narra penurias desde la cárcel


NUEVA YORK.-- El ex receptor dominicano de las Grandes Ligas Gilberto Reyes, acusado por las autoridades de Las Vegas (Nevada) y Nuevo México de transportar 190 kilogramos de marihuana (420 libras), narró sus penurias en la cárcel, mientras se mantiene a la espera de ser deportado a su país.

A pesar de que el jurado que lo enjuició, no se puso de acuerdo para un veredicto y la conclusión estuvo tan dividida que 8 lo declararon inocente y 4 "culpable", fechándose un nuevo juicio, un fiscal hispano, le retiró los cargos, pero prefirió esperar que su visa expirara y lo entregó a la policía migratoria de los Estados Unidos.

Vistiendo el uniforme naranja para prisioneros criminales, zapatillas blancas y con un barato lapicero en los bolsillos de la camiseta, Reyes, conversó en una entrevista con un medio de Las Vegas, sobre su caso, diciendo que aunque los fiscales le ofrecieron un trato para que se declarara culpable, prefirió ir a juicio, porque su propósito es el de limpiar su buen nombre.

Jugador durante siete años en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Angeles y los Expos de Montreal, el ex pelotero, fue arrestado en una carretera de Nuevo México cuando conducía un camión cargado de muebles que se volcó en una resbaladiza vía a causa de la nieve, pero 42 paquetes envueltos cayeron al pavimento y cuando la policía los revisó, se encontró con la hierba narcótica.

Los fiscales dijeron en la corte que la droga tiene un valor callejero de $250 mil dólares. Eso, ocurrió en diciembre del 2007, cuando él se desplazaba por el Noroeste de Nuevo México.

La droga estaba envuelta en celofán. Desde entonces está preso, pero insiste en que es inocente. "Nunca antes había estado preso ni había confrontado con la policía ni la justicia", explicó el ex receptor recluido en el Centro de Detención del condado San Miguel en Las Vegas antes de ser llevado a una cárcel de inmigración en Texas.

Tras las rejas, cumplió 45 años de edad y admitió que los fiscales expusieron un buen caso en el que trataron de demostrar que él sabía de la carga que llevaba en el camión. "Ellos, los fiscales, hicieron su trabajo para que no me dejaran libre", agregó el ex pelotero de las Grandes Ligas.

"Para ser honesto, tenían un buen caso", precisó el prisionero. El primer juicio terminó en febrero de este año, pero los jurados no pudieron arribar a un consenso, por lo que el marco jurídico de los Estados Unidos, establece en esos casos, que se debe celebrar una segunda causa, si el acusado así lo prefiere y rehúsa declararse culpable. Un nuevo juicio se programó para julio de este año.

Aunque el fiscal Richard Flores ha sido criticado por muchos residentes del condado que creen en la inocencia del dominicano, el funcionario se mantiene firme en tratar de que se le condene. "Las drogas son un gran problema en nuestra comunidad, hay muchas familias afectadas por eso y quienes las usan no son los únicos perjudicados", dijo el fiscal.

Cuando el funcionario notó que la visa de Reyes expiró y aunque el 10 de marzo pasado un juez le concedió la libertad condicional, decidió no continuar con el caso, pero se propuso sacarlo de los Estados Unidos.

Reyes fue apresado nuevamente por agentes de la policía del Servicio de Inmigración que lo procesaron para que sea deportado a la República Dominicana.

Hace varias semanas fue trasladado al Centro de Detención de El Paso (Texas) desde donde sería repatriado a su país de origen. Permanece detenido sin derecho a fianza.

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