¡Cuidado con los vehículos ahogados!
Por Enrique Alberto Ramírez
Alberari@hotmail.com
El calentamiento global trae consigo condiciones de cambios climáticos que sumergen al planeta en una constante de catástrofes, siendo uno de sus principales estandarte la inclemencia del tiempo con el incremento de los huracanes y el exceso de lluvias torrenciales que a su paso dejan destrucción con cuantiosas pérdidas de vida y bienes en nuestro hemisferio.
Como consecuencia de las grandes inundaciones por desbordamiento de ríos, arroyos, cañadas e insuficiencia de filtrantes, anualmente millares de vehículos, en muy buen estado quedan sepultados bajo las aguas, bien pudiera decirse “ahogados,” al límite de que a pesar de los esfuerzos mecánicos se les acorta la vida útil.
Los propietarios de estos vehículos “ahogados”, luego de rescatarlos, usualmente tienden a cambiarlos por vehículos nuevos, lo que es aprovechado por algunos vendedores o dealer en el extranjero para ponerlos en públicas subastas y venderlos al por mayor a precios de “oportunidad”.
Hay comerciantes o dealers dominicanos que de manera desaprensiva y bajo la creencia de que se ahorrarán unos pesos se van al extranjero a comprar lotes de esos vehículos de motor de “oportunidad,” los cuales traen a su país para ofertarlos a un público de escasos recursos.
Resulta que esos vehículos no tienen la garantía de ninguna casa comercial, por lo que la inversión del público se ve seriamente afectada y sin reclamos.
Esos vehículos que se han visto en inundaciones, tienden a corroérseles y dañárseles la carrocería en menos de un año de uso.
De ninguna manera quiero decir con esto que no exista la posibilidad de que importadores serios que se dedican a traer carros usados puedan importar con sobrada garantía algún vehículo usado que esté al alcance económico de los bolsillos de personas de escasos recursos. Claro que los hay.
Sin embargo, recuerdo que el Plan Renove fue creado en el país con el propósito de sustituir los denominados vehículos chatarras, por unidades nuevas que aporten a la conservación del medio ambiente nacional, por lo que no entiendo como un plan tan costoso se pueda diluir permitiendo que, mientras nuestros gobiernos gastan millones de pesos en facilidades sindicales para traer unidades nuevas, por otro lado se permita el ingreso de vehículos “ahogados,” sin ninguna garantía, lo que contribuye a aumentar el parque vehicular de chatarras, obstaculizar las vías y dañar el medio ambiente.
Hay que recordar la existencia de una Ley que impide la importación de vehículos con más de cinco años de fabricación y aún así, siguen ingresando a suelo dominicano.
Al primero que escuché dar la voz de alarma con el ingreso de estos vehículos “ahogados” al país fue al empresario José Antonio Najri, quien es un versado en materia automotriz, no solo porque los venda, sino también porque tiene el conocimiento adecuado en la materia.
La recientes inundaciones en grandes poblados norteamericanos y la secuencia de autos quedados en las vías publicas de ese país, fruto de las inundaciones, me hicieron recordar la necesidad de advertir al consumidor dominicano, para que no se deje arrastrar por la crisis económica y que prefieran a la hora de comprar un vehículo, que este sea nuevo de fábrica, climatizado para el caribe y para nuestro país, con su garantía de fabricantes; y si el dinero no les alcanza y tienen que recurrir a vehículos usados, entonces cuídense de que no les estén vendiendo un vehículo “ahogado”.
Etiquetas: Opinión
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