La Verdad

viernes, 11 de diciembre de 2009

Revelan desaparición de novia de ex oficial

El rapto de la novia de un coronel de la Marina de Guerra que aceptó entregarse voluntariamente en extradición en Estados Unidos, que hasta la fecha no aparece, y el asesinato de un hombre en Bonao no esclarecido, son parte de los testimonios dados ayer en el juicio seguido a los 27 involucrados en la matanza de siete colombianos en Paya, Baní.

El coronel de la Policía Nacional, Adolfo Sánchez Pérez, testigo clave aportado por el ministerio público, reveló que en un rastreo realizado al teléfono celular de José Luis Montás “El Duro Motors”, hecha al coronel de la Marina Ricardo Pérez Guzmán, el primero había expresado que la parte de la droga que le correspondía a él la tenía un tal David Medina Peña, en Bonao.

Dijo que de acuerdo a informaciones Medina Peña, quien era el contacto entre los siete colombianos que resultaron muertos y sus ejecutores, fue raptado y asesinado en Bonao y que el Duro Motors en la conversación dijo que “la parte mía la tenía el Gordo, pero lo mataron”.

En su testimonio, Sánchez Pérez dijo que gracias a uno de los teléfonos que se encontró a los sietes colombianos muertos, se pudo dar con varios números de teléfonos, incluyendo el de José Luís Montás (El Duro Motor).

Sostuvo que gracias a esos números telefónicos se pudo determinar el grupo de los marinos involucrados, siendo de los primeros números localizado los de José Luis Montás, Luis Sánchez y Yaneris Calvo.

Sánchez indicó que en base a las llamadas que se hicieron a esos números, y a las declaraciones de uno de los implicados, para el 21 de octubre del 2008 ya el grupo de marinos cae preso bajo medidas de coerción.

Asimismo, dijo que llegó a interrogar en una ocasión al coronel de la Marina, Carlos Rosó Peña, pero no fue en torno al caso Paya, sino con relación al rapto de su novia, de quien hasta el momento se desconoce su paradero.

Sánchez Pérez, tras ser preguntado por los abogados, respondió que su participación solo se circunscribía a las intervenciones telefónicas a varios de los implicados en el caso Paya, entre civiles y militares.

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