El 72% presos tiene vida sexual activa
En promedio, el 72% de los reclusos del país lleva una vida sexual activa dentro de la cárcel.
De manera desagregada por centro, se distribuyen La Victoria, con un 82%; Nagua, 67; Salcedo, 65% y Samaná, 55%.
La información está contenida en la investigación "Análisis de las intervenciones: proyecto para la prevención del VIH en personas privadas de libertad, República Dominicana", del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (ONUSIDA).
De los reclusos entrevistados que declararon tener una vida sexual activa dentro del centro penitenciario, un 10% reportó tener relaciones con más de una pareja.
Asimismo, un 12% respondió afirmativamente ante la pregunta de si ha recibido o dado dinero o favores a cambio de sexo dentro de la prisión.
Otro de los cuestionamientos realizados es sobre si saben usar o no el condón, pregunta a la que la gran mayoría, 82%, respondió que sí, siendo la respuesta bastante similar en los centros analizados.
Una muestra de 759 reclusos entrevistados arroja que 44.7% declaró haber recibido orientación sexual, frente a un 50.3% que no ha recibido ese servicio.
Un 70% reportó no haber tenido en la cárcel ninguna afección de transmisión sexual, frente a alrededor de un 30% que reportó haber tenido al menos una.
El informe destaca la falta de conocimiento que presentan los internos en relación al VIH y el Sida y las afecciones de transmisión sexual.
Las falsas creencias se centran, sobre todo, en lo que hace referencia a la forma de transmisión del virus.
Expone que ideas erróneas, tales como la transmisión por compartir comida, dar un abrazo, por convivir en la misma celda, por dar la mano "nos ayudan a encontrar las causas de los comportamientos discriminatorios que se producen en las prisiones hacia las personas que viven con el virus".
Las infecciones de transmisión sexual de mayor prevalencia entre la población penitenciaria son la gonorrea y el condiloma acuminado (coloquialmente conocido como cresta de gallo).
El perfil de la población penitenciaria incluida en esta investigación son jóvenes menores de 34 años.
El porcentaje de personas con estudios universitarios no alcanza el 10%.
Asimismo, la primera relación sexual se sitúa entre los 12 y 16 años, predominantemente.
La Victoria
La investigación expone que existen dos días de visitas familiares, los miércoles y domingos. Estas también incluyen a las trabajadoras sexuales, sin que exista control alguno sobre las relaciones íntimas de los internos con las mujeres que acuden al centro.
Afirma que en todas las prisiones visitadas existe un conocimiento, por parte de la dirección y de las áreas sanitarias, de prácticas sexuales entre hombres.
Sin embargo, plantea que no existe ningún mecanismo de prevención ni de información que asista a las personas en situación de riesgo de exclusión, estigmatización y abusos sexuales.
Señala que al día de hoy no se tienen unas estimaciones precisas de los niveles de prevalencia del VIH dentro de las prisiones.
Entre las mujeres
Una amplia mayoría de mujeres reconoce estar privada de libertad por primera vez. Más de la mitad de estas se encuentra en situación de preventivas. La mitad de 21 mujeres encuestadas señala haber recibido antes talleres de orientación sexual.
La totalidad de las féminas reconocen haber mantenido su primera relación sexual antes de los 18 años. El dato más significativo es que la mitad de éstas aseguran que fue antes de los 14 años. De esta mitad, casos se dieron entre los 10 y 12 años. Aparece un caso de relación sexual antes de los 10 años.
Etiquetas: Nacionales
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