La Verdad

domingo, 1 de marzo de 2009

Manos unidas devuelven salud a niños con cáncer


Doris Pantaleón

SANTO DOMINGO.-
Desde hace cuatro años, cuando David concluyó su tratamiento contra el cáncer que le afectaba, la vida de su madre Miledy y la suya dieron un giro del “cielo a la tierra”. El niño, hoy con 10 años de edad, va a la escuela, juega pelota, vuela chichigua, corretea todo el día con sus amiguitos y cría con esmero perros y palomas. Una de sus metas es convertirse en piloto.

Miledys Domínguez, quien no sabía más que cocinar para vender comida a obreros en diferentes construcciones, hoy es una trabajadora dedicada a la atención de menores con cáncer en el Servicio de Oncología Pediátrica del hospital Infantil Robert Reid Cabral, donde años atrás recibió atención su hijo.

Diagnóstico
La salud que hoy exhibe su niño, la madre la agradece primero a Dios, y luego a la bondad de cientos de manos que se unen cada mes en gesto solidario para ayudar en la cobertura de tratamientos contra el cáncer para personas pobres que de otra manera no podrían recibirlos, debido a sus altos costos. Recuerda que cuando a David le diagnosticaron cáncer, ya ella había vendido la vitrina, la estufa, los trastes y todo lo que poseía debido a que tenía más de dos años de médico en médico, sin que se supiera lo que realmente tenía, por lo que no contaba con dinero ni para el pasaje.

Dijo que cuando supo del costo de la quimioterapia y de todo lo que implicaba el tratamiento, su primera reacción fue llevarse el niño a la casa a que se muriera en sus brazos.

No obstante, relata que en ese mismo momento una señora, a quien recuerda con mucho cariño, le extendió su mano amiga aportando los recursos para las dos primeras secciones de quimioterapia, y posteriormente, la señora Alexandra Matos de Purcell, asumió el tratamiento de su niño y tres menores más ingresados en el hospital, sirviendo como punto de partida para la creación de la Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil. Desde el 2004 a la fecha, esa fundación que trabaja a favor de los niños con cáncer del hospital Infantil Robert Reid Cabral, ha cubierto el tratamiento a más de 350 menores. Junto a otras entidades y personal de salud no permite que ningún menor diagnosticado con cáncer se vaya a su casa sin recibir la posibilidad del tratamiento.

La labor
Además de los medicamentos, la labor de la Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil ofrece la cobertura de imágenes, que el hospital no puede cubrir, analítica y alimentos especiales que requieren este tipo de pacientes. La labor de esta fundación puede desarrollarse fruto de las donaciones de cientos de personas particulares, muchas de ellas anónimas; familias, instituciones, entidades y médicos que cada mes aportan recursos económicos y esfuerzos que van destinados a estos niños que acuden al hospital, de los cuales más del 80 por ciento procede de hogares muy pobres.

“Sin esas manos bondadosas que se extienden cada mes para nosotros sería imposible hacer la labor que realizamos y devolver la sonrisa a tantas madres que sufren por sus hijos enfermos. Aquí a nadie se le dice no, todos son acogidos”, asegura Matos de Purcell. Los donativos pueden ser hechos con depósito en la cuenta corriente número 240-010028-9 del Banco de Reservas o llamando al teléfono 809-565-7581. Para ofrecer informaciones creó la página web www.facci.org.do

A la labor de la Fundación se suman muchas manos más. El hospital aporta sus instalaciones, camas, analítica, antibióticos e imágenes; la Fundación San Jude da cobertura a niños; el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) cubre algunos pacientes; el Seguro Nacional de Salud (Senasa) cubre a sus afiliados; la doctora María Pedemonte, en New Jersey, trabaja con muestras de biopsias de confirmación e incluso paga el envío y el Despacho de la Primera Dama remodeló y equipó el área de ingreso de los niños.

El tratamiento
La oncóloga pediatra Margarita Montero, del servicio de Hemato-oncología pediátrica del hospital Infantil Robert Reid Cabral, refiere que los tratamientos contra el cáncer son muy costosos. Destacó que el tratar una leucemia puede conllevar una inversión de entre medio millón y 600 mil pesos, la cual se eleva cuando se trata de tumores sólidos que puede llegar hasta al millón de pesos.

El valor de esa solidaridad lo está percibiendo actualmente Pedro Nova, un joven de 16 años, quien lleva tres meses y 16 días ingresado en el hospital aquejado de un cáncer que le impide caminar, de muy difícil diagnóstico. Todo ese tiempo su madre Berta Cuevas se ha mantenido acompañándolo, por lo que no ha vuelto más a su natal Boca de Cachón, Independencia, desde donde salió en busca de solución al problema de su hijo, luego de andar todos los centros de salud de la zona.

LOS SIGNOS DE ALERTA DE LA ENFERMEDAD
Para Miledys hablar de la enfermedad que afectó a su hijo es remover recuerdos muy dolorosos. Dice que cuando David tenía dos años empezó a presentar fiebres repentinas y dejó de caminar de manera normal. A los tres años estaba en el colegio, pero se caía con mucha frecuencia, lo que llamó la atención de su profesora. Dice que desde entonces empezó su travesía yendo a hospitales y médicos que le atribuían la fiebre a problemas de garganta.

Luego el niño dejó prácticamente de caminar por lo que lo llevaba a Rehabilitación, donde le informaron que tenían que colocarle un aparato en la columna, que costaba RD$7,000, lo cual reunió vendiendo todo lo que tenía.

Dijo que cuando iba con su niño en brazo a colocarle el aparato, una señora le habló del hospital Infantil Robert Reid Cabral y le explicó cómo llegar. Luego de muchos estudios se le diagnosticó un Linfoma No Hodgkin tipo Burkitt. Tras dos años de tratamiento, David forma parte de las decenas de menores atendidos en el hospital que han superado la enfermedad o se encuentran en fase de remisión u observación.

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