Crecimiento del lago Enriquillo preocupa a productores agrícolas

LAGO ENRIQUILLO, Bahoruco.- Los flamencos y otras aves migratorias que frecuentan el lago Enriquillo tienen ahora más espacio para solazarse sobre las aguas.

Desde que en septiembre del año pasado las aguas del río Yaque del Sur destruyeron el dique del Canal Trujillo en la localidad de Mena, en Barahona, el lago Enriquillo ha ensanchado sus riberas hasta cubrir grandes extensiones de tierra ocupadas por fincas dedicadas a la producción agrícola y pecuaria.

Aunque ecologistas a ultranza celebrarían el ensanchamiento de los espacios para las aves, ganaderos, agricultores y centenares de campesinos que se ganaban la vida en las fincas que bordean el lago Enriquillo claman por la intervención de las autoridades a fin de que se corrija el problema creado por las crecidas Yaque con la tormenta Ike.

El productor agropecuario Leónidas Florián y Florián, con 76 años de edad, dice que con toda una vida en la comunidad agrícola de Boca de Cachón, es la primera vez que ve las aguas Lago Enriquillo sobre las tierras productivas.

“Eso se llenó de agua después que abrieron la pesa de por allá y con el agua lluvia que caía, la presa se inundó todo, y eso, yo tengo también una propiedad que me la cogió también”, dijo Florián y Florián.

Graciano Recio, agricultor, también residente en Boca de Cachón, dice que perdió sus cosechas de arroz producto de las inundaciones, lo que lo mantiene en una situación calamitosa junto a su familia. Recio dice que también perdió una siembra de plátanos y una finca ganadera.

“Yo conocí todo eso ahí seco, nosotros teníamos terrenos ahí atrás después de esos palos secos, y lo cogió, ahí teníamos nosotros un proyecto arrocero, y ya ahí no hay proyecto arrocero, eso lo cogió todo la laguna”, dijo Graciano Recio, agricultor. “La pérdida mía es grande, porque yo mensualmente sacaba de las setenta tarea de plátanos 30 mil pesos mensuales, y me quitó también una cerca de ganado, que tuve que venderlos porque no tengo donde tenerlos.

Ignacio Florián, secretario de organización de la Asociación de Agricultores y Agricultoras de Boca de Cachón, sostiene que por los daños dejados por las tormentas más recientes al canal Trujillo, anomalías que no han sido corregidas, las aguas del Yaque del Sur que debían ir al mar se dirigen hacia el Lago Enriquillo, lo que en su opinión es la causa del desbordamiento. Ofrece incluso recomendaciones de lo que entiende podrían ser las soluciones al problema.

“Limpiar el canal, el canal que va hacia el mar, entonces, las cunetas que están en la carretera Neyba Duvergé, controlarlas, porque si no la controlan entonces sigue entrándole al Lago Enriquillo, pero eso es que ya la laguna de Cabral llegó a su nivel, porque es que el agua sigue entrando siempre para acá, entonces las autoridades del Indrhi no han hecho nada en eso”, apuntó.

Miembro de una Junta de Regantes de Jimaní, Florián se define como un colaborador del Indrhi, pero dice que en la actualidad ese organismo se ha limitado a promesas.

“A veces se habla mucho, se pinta bonito pero no se hace nada, eso es lo que pasa, porque en verdad yo tengo conocimiento desde hace más de veinte años del Indrhi, lo que es el Indrhi, el Indrhi ahora mismo está en una etapa demasiado triste, demasiado triste, han pasado muchos directores por el Indrhi que han trabajado pero el director que está ahora mismo no está haciendo el trabajo que tiene que hacer”.

Marcos Santana, gobernador provincial de la provincia Independencia, a la que pertenecen los municipios de Jimaní, La Descubierta y Duvergé, así como los distritos municipales del limón y Boca de Cachón, rechaza que los campesinos de la zona hayan sido dejados a su suerte por las autoridades y dice que por el contrario, el gobierno siempre ha estado en disposición de resolver los problemas que les afectan con las inundaciones.

Resalta que encabezó la reunión con el titular del Indrhi.

“Tuve la oportunidad de expresar lo que es un sentir de la provincia, tanto de los ganaderos como de los agricultores, producto de ese encuentro se agilizó una acción inmediata a través del Indrhi, y fue lo que fue la parte de desviar el agua que viene del Yaque del Sur hacia lo que es el Mar Caribe por Barahona, lo que es sobre todo específicamente sobre el puente Trujillo”, señaló.

De acuerdo con el representante del Poder Ejecutivo en la provincia Independencia, los daños no han sido mayores para la agricultura y la ganadería en Boca de Cachón, Jimaní, gracias a los trabajos que según dice se realizaron para desviar al mar una parte del agua que pudo venir al lago Enriquillo.

Irke Medina Cuevas, presidente de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica en Boca de Cachón, expresa su más radical desacuerdo con las palabras del gobernador Santana de la provincia Independencia.

“Esto está debe declararse como zona de emergencia, ya que se ha desatado un brote de epidemia como son los mosquitos”.

El ganadero Atilano Michel señala la fuente por donde llegan las aguas provenientes del río Yaque del Sur al lago Enriquillo. Esta corriente pasa por debajo del puente de la comunidad de Cristóbal, en la provincia de Barahona.

“Y esto es que en estos momentos hay sequía, imagínese cuando vengan las inundaciones, que suelten la presa por San Juan, inmediatamente los niveles se llenan completamente y toda esta agua llega directamente al lago Enriquillo, por ejemplo en mi caso particular, me dedico a la ganadería cuatro mil tareas de tierra están bajo agua, y tierra que incluso proyecto con organismos internacionales como el proyecto Pacta nos ayudó a mejorarla, nosotros teníamos pastos mejorados para la ganadería”.

Las aguas que hoy pasan bajo el puente de Cristóbal con destino al lago no tienen razón de ser, dice Antilano, y dice que la anomalía es producto de que no se han corregido los daños causados por las pasadas tormentas al canal Trujillo, en la comunidad de Mena, instalación que debe conducirlas al mar Caribe.

“A las autoridades del Indrhi que tomen en consideración esto, que vayan al canal Trujillo en Barahona y que resuelvan el problema una vez y por todas, no es con la presa de Monte Grande no, eso es a largo plazo”.

El síndico del Distrito Municipal de Boca de Cachón se suma a los moradores de su comunidad que cuestionan el papel del organismo competente en la solución del problema creado por las aguas desbordadas del Lago Enriquillo. Con expresiones patéticas se refiere al aumento de la pobreza que según dice han traído a la zona las pérdidas en la agricultura

“Aquí, el 85 por ciento de esta población no encuentra con qué prender un fogón, con qué encender el fogón, y si tiene el palo de fósforo para encender el fogón, qué le va a poner al fogón, con qué, no hay con qué, porque por aquí se mantenía uno de la ganadería y la agricultura y por aquí la agricultura y la ganadería se fue a pique, consecuencia del agua”.

A El Informe llegó la denuncia de la situación que hoy viven las comunidades agrícolas que bordean el lago Enriquillo después de que difundiéramos, hace dos semanas, un reportaje sobre anomalías técnicas y administrativas que se producen en el Indrhi

El reportaje incluyo los daños provocados por la tormenta Noel al canal Nizao Najayo en noviembre del 2007 que aun son visibles en esa infraestructura de la presa de Valdesia, a más de un año del paso de la tormenta. Esto a pesar de que se trata de un trabajo cuyo contrato paso de 23 millones de pesos a 144 millones en seis meses.


Villa Vásquez

En el municipio de Villa Vásquez, perteneciente a la fronteriza provincia de Monte Cristi, el Indrhi inició la construcción de un sistema de drenaje pluvial que fue dejado inconcluso.

En el Cibao, en Las Cabuyas de La Vega, se quejan del descuido en la limpieza y mantenimiento de los canales pertenecientes a la zona de riego Yuna-Camú del Indrhi.

Y en el este, en San Rafael del Yuna, productores agrícolas del Proyecto Agrario Baiguá, dicen que además del abandono en que se encuentran las instalaciones del Indrhi, los agricultores se ven en la obligación de comprar el gasoil que necesitan las bombas para operar.