La Verdad

martes, 20 de enero de 2009

Obama se enfrentará a grandes retos


El escenario está listo en Washington, para que este martes al mediodía Barack Obama, asuma como nuevo presidente de los Estados Unidos, en medio de grandes expectativas por la crisis que afecta la económica mundial y las promesas de cambios que ha hecho el mandatario, y que son parte de los reclamos del mundo.

Obama se convertirá en el 44 presidente de EEUU durante la tradicional ceremonia de investidura, un ritual digno de la antigua Roma en el que el país celebra por todo lo alto el traspaso pacífico de poder, siendo el primero George Washington, quien viajó desde su residencia en Virginia hasta la sede del Congreso, ubicado entonces en Nueva York.

Los Estados Unidos y la comunidad internacional estarán pendientes del discurso del primer mandatario negro que asumirá la Casa Blanca, con los mayores niveles de popularidad, y que ha adelantado que buscará la unidad para su nación y los países en conflictos.

Ha dicho que terminará con la guerra en Irak y que cambiará su política frente a Cuba, entre otras medidas. Obama, que jurará su cargo en las escalinatas del Capitolio, desde el inicio de su precampaña interna ha tenido un discurso de esperanza para los estadounidenses y el mundo, por encima de creencias políticas, religiosa de raza.

"Si nos podemos reconocer los unos en los otros y unirnos... no solamente recuperaremos la esperanza y la posibilidad en lugares donde se ansiaban, sino que también, quizás, mejoraremos nuestro país", ha expresado Obama.

En su discurso ha señalado que quiere llevar a cabo una diplomacia más amplia que la practicada por su antecesor en el cargo George Busch.

Cables de agencias internacionales han reseñados que la comunidad negra de Estados Unidos se prepara para vivir este martes el día más feliz de su historia con la investidura de Barack Obama. Chloe Washington, una afroamericana de Chicago que se encuentra de visita en la capital estadounidense, aseguró que será el día "más feliz" de su vida.

"Es el día que llevo esperando desde que empecé a votar a los 18 años", dijo a Efe Chloe Washington, quien espera sentir un orgullo comparable sólo al que experimentó cuando dio a luz a su hijo.

Al igual que la funcionaria de Chicago de 51 años, afroamericanos de todo el país han viajado a Washington para asistir a la histórica toma de posesión de Obama que hará realidad el sueño del reverendo Martin Luther King, cuya festividad se celebra hoy en EEUU con motivo del aniversario de su nacimiento, hace 80 años.

"Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el que no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad", dijo King en 1963 en una nación muy distinta.

Hoy, más de 45 años después, un 69 por ciento de los afroamericanos creen que ese sueño se ha hecho realidad, según un sondeo divulgado este lunes por la cadena de televisión CNN.

El líder de los derechos civiles pronunció su discurso frente al monumento del presidente Abraham Lincoln (1861-1865) en Washington, donde este domingo un concierto multitudinario en honor de Obama recordó la figura de King y la lucha por la emancipación racial.

"¡Qué repique la libertad!", proclamaron varios de los cantantes que desfilaron por el escenario, rememorando una de las líneas del famoso discurso de King: "I have a Dream" (Tengo un sueño).

Erika Newman, una contable afroamericana de Texas de 38 años, fue una de las alrededor de 400.000 personas que se dio cita en el evento para celebrar, dijo, "el futuro de esperanza que se abre, y no sólo para mí, sino también para mi hijo".

"Quiere ser abogado y lo que yo le digo es que fue así como empezó Obama", dijo Newman de su hijo pequeño.

La residente de Texas, que tiene ya planeado otro viaje a la capital para dentro de seis meses en el que quiere visitar con su hijo la Casa Blanca, asegura que su apoyo a Obama será incondicional: "Lo voy a respaldar en cada paso del camino".

La posibilidad de que el futuro gobernante no logre satisfacer las enormes expectativas depositadas en él es ciertamente real.

Entre sus cometidos figura el de solucionar la peor crisis financiera de los últimos 80 años, impulsar a una economía que vive los momentos más bajos desde la II Guerra Mundial, acabar la guerra en Irak y restaurar la dañada reputación de EEUU en el mundo.

Ante tamaña tarea, el propio Obama advirtió este fin de semana que habrá "reveses, frustraciones y decepciones".

Pero esta semana en Washington nadie quiere pensar en lo imposible y mucho menos los afroamericanos que asisten atónitos a un sueño que hace sólo cuatro décadas parecía imposible de alcanzar.

La investidura de Obama promete hacerse también un lugar destacado en la historia, al ser la primera de un presidente negro.

Los actos oficiales arrancarán alrededor de las 11.00 de la mañana (16.00 GMT), cuando Obama se reunirá con el presidente saliente George W. Bush en la Casa Blanca para tomar un café.

Los invitados congregados frente al Capitolio, donde se celebrará la toma de posesión podrán disfrutar, a la espera de que llegue Obama, al son de la Banda de Marinos de EEUU y varios coros.

Tras la llegada de la familia presidencial, el reverendo Rick Warren de California, pronunciará una plegaria y la "reina del soul", Aretha Franklin, interpretará una canción.

Tras el juramento de Joe Biden como vicepresidente y Obama como presidente habrá música militar y 21 cañonazos, que irán seguidos del discurso presidencial.

La ceremonia concluirá con un poema de la profesora de Yale Elizabeth Alexander y una plegaria del reverendo de los derechos civiles Joseph E. Lowery.

El desfile presidencial hacia la Casa Blanca a lo largo de la Avenida Pensilvania, varias fiestas de gala y centenares de eventos paralelos culminarán la histórica toma de posesión.

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