Obispos piden mantener solidaridad con Haití

Los obispos católicos pidieron a los dominicanos mantener su ayuda solidaria a Haití, azotado por un devastador terremoto el pasado 12 de enero.

En su tradicional carta pastoral con motivo de la celebración del Día de la Virgen de la Altagracia, la Conferencia del Episcopado de Santo Domingo lamentó "la difícil situación del pueblo haitiano y nos solidarizamos con ellos, tanto por medio de la oración que es nuestra fortaleza".

"Hacemos un llamado, tanto a la comunidad nacional, como internacional para que salgamos todos en auxilio del vecino país, el más pobre del Continente", señalaron en el texto que será leído en todas las iglesias católicas mañana.

Consideraron que "la misma naturaleza nos hace abrir los ojos ante la extrema pobreza que viven hoy muchos hermanos nuestros", por lo que exhortaron "a seguir realizando gestos de solidaridad con acciones continuadas".

Drogas y corrupción

En el documento, las máximas autoridades de la Iglesia Católica dominicana critican el "creciente individualismo que debilita los vínculos comunitarios y familiares", manifestado en una pérdida de valores que provoca "inseguridad, delincuencia, violencia, crimen y corrupción".

Los religiosos hacen hincapié, en este sentido, en "la drogadicción que parece arroparnos" y la crisis familiar, así como en el "comportamiento amoral de los políticos".

"También, cabe mencionar el comportamiento amoral de los partidos políticos, que apartándose de los principios ideológicos, se han convertido en una maquinaria de oferta y demanda clientelar, generando un clima de corrupción jamás observado en nuestro país y que pone en peligro la existencia misma de los partidos", afirman.

Llamado al celibato de sacerdotes

Al adscribir su mensaje a la proclamación del 2009 como el "Año Sacerdotal", propuesta hecha por el Papa Benedicto XVI, los obispo llaman a los sacerdotes a guardar la consagración del celibato, que aseguran debe "valorarse como una entrega total a Dios y una donación incondicional a la Humanidad". "Son llamados al sacerdocio aquellos que han hecho una experiencia profunda de Dios, la que los capacita para hacer una donación total de sí por la causa del Reino y han sido elegidos por la Iglesia después de un adecuado discernimiento sobre si tienen el carisma del celibato".