La Verdad

domingo, 17 de enero de 2010

Desesperación y rabia en Haití en espera de ayuda; el caos sigue en aeropuerto


PUERTO PRINCIPE.- Decenas de miles de personas hambrientas deambulaban por las calles de Puerto Príncipe, esperando la ayuda que se acumulaba en el principal aeropuerto de Haití, cinco días después del sismo que dejó al país sumido en el caos y la violencia. "Dicen que el gobierno está recibiendo millones pero nosotros no hemos visto nada. Vivimos en la calle con nuestros hijos y tenemos que marcharnos aunque aquí tengamos nuestra vida", lamenta Islaine, que al igual que muchos haitianos decidió partir de Puerto Príncipe a otra provincia.

El caos y la destrucción invadieron la ciudad. "En todos los barrios hay destrucción. La gente anda errante en busca de alimentos, de ayuda", comentó Simon Schorno, portavoz del Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR).

En cada rincón de la capital arreciaban las críticas de que la ayuda se acumulaba en el aeropuerto controlado por Estados Unidos. Allí, las escenas de desesperación se repetían y decenas de personas dormían sobre el asfalto por que no podían partir del país.

"¡Invadamos la pista!", grita una mujer que pretendía ser evacuada.

La gestión del aeropuerto por parte de Estados Unidos creó tensiones diplomáticas luego de que un avión con un hospital de campaña a bordo tuviera que dar vuelta atrás, mientras que los medios para tratar a los heridos escasean.

Debido a problemas logísticos, funcionarios del aeropuerto de Puerto Príncipe continuaban desviando vuelos con ayuda humanitaria para República Dominicana y las islas Turcas y Caicos, según funcionarios de la ONU.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien llegó el sábado a Haití, rechazó las críticas y aseguró que Estados Unidos está dispuesto a ayudar a Haití, devastado por el terremoto "hoy, mañana y en el futuro".

"Estamos aquí invitados por su gobierno para ayudarlos", Clinton dijo en una conferencia de prensa luego de reunirse con el presidente René Preval en la base de operaciones de ayuda en Puerto Príncipe.

Pero la falta de coordinación y logística en el aeropuerto es sólo una parte del desastre al que se ve enfrentada la nación más pobre de América.

Existen dificultades para hacer llegar las provisiones a los damnificados, indicó Tim Callaghan, consejero de la agencia estadounidense USAID.

Un periodista de AFP constató cómo el intento de distribuir alimentos desde un helicóptero finalizó en un tumulto entre cientos de hambrientos haitianos.

"Nunca estuvimos confrontados a un desastre de esta magnitud en los anales de la ONU. No se parece a ningún otro, pues el país fue decapitado", dijo desde Ginebra Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios. La ONU confirmó que el jefe de la misión en Haití, Hedi Annabi, pereció durante el sismo, así como su adjunto brasileño Luiz Carlos da Costa.

El Consejo de Seguridad de la ONU indicó que se reunirá el lunes para discutir la coordinación de la ayuda. En la reunión del máximo organismo de seguridad de la ONU estará presente el secretario general de la ONU, Ban ki-moon, quien llegará a Haití este domingo.

Mientras se procesa la coordinación, la policía ahuyentaba de las calles a saqueadores de tiendas y viviendas de la capital.

Desde el pasado martes, cuando el sismo redujo buena parte de la ciudad a las ruinas, centenares de tiendas, oficinas públicas y domicilios de la capital fueron saqueados ante la impotencia de la policía, que tiene órdenes de no disparar a una población diezmada por la tragedia.

"Roban cualquier cosa. Sirva o no. Es una locura. Nuestra orden es sólo alejarlos. No podemos dispararles", afirma Louis Jean Eficien, oficial de la policía.

El sonido de balas es cada vez más frecuente, lo mismo que la presencia de hombres armados con machetes. El Palacio de Justicia arde en llamas mientras decenas de cadáveres en estado de putrefacción son incinerados.

Jeanina Saint Georges, dueña de una tienda de alimentos se lleva las manos a la cabeza al descubrir el estado de su comercio.

"Nunca sabré cuánto perdimos. Pero estamos vivos y los problemas de este tipo en estas circunstancias parecen pequeños", dice, señalando los cadáveres que asoman bajo los escombros de su comercio.

El presidente de Haití, René Preval viajará el lunes a Santo Domingo para asistir a una reunión preparatoria de la "cumbre mundial por Haití", convocada para reconstruir el país. Ese mismo día el presidente del BID Luis Moreno llegará a Puerto Príncipe para discutir la ayuda del organismo.

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