Estudiantes acusados de fraude en las Pruebas Nacionales inician huelga de hambre

Estudiantes que fueron sancionados por alegadamente participar en el fraude de las pasadas pruebas nacionales, iniciaron esta mañana una huelga de hambre por 24 horas en la biblioteca municipal de Las Caoba, en demanda de que el presidente Leonel Fernández y la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, intervengan en el caso para evitar que los implicados pasen un año fuera de las universidades.

Dijeron que decidieron sumarse a una huelga de hambre para sensibilizar a las autoridades, en vista de la situación por la que atraviesan, luego de que se enviaran para las pruebas nacionales del próximo año.

Atribuyeron el suicidio de uno de sus compañeros de 17 años de edad a inicio de esta semana, a que fue presa de la depresión que les ha causado la sanción.

Señalaron que el joven fallecido, identificado como Brayan, era estudiante del colegio Evangélico Alberto Abreu de El Millón, pero a raíz de que fuera sancionado lo vieron muy triste y preocupado.

La protesta fue iniciada por unos 40 estudiantes meritorios y al cabo de una hora se habían sumado un número considerable que abarrotó unos de los salones del segundo nivel de la edificación.

El vocero de la Comisión Gestora de la Promoción del Desarrollo Humano, nombre que le han dado al movimiento de lucha que iniciaron, Fernando Gómez, dijo que el secretario de Educación, Melanio Paredes, le está arrebatando el derecho que tienen esos jóvenes de hacer una carrera profesional.

“Nosotros esperamos que el mandatario y la primera dama se pronuncien antes del día cuatro del presente mes en defensa de los niños, niñas y adolescentes. Nosotros entendemos que no hay que esperar que un tribunal emita una resolución para poder determinar si hubo coherencia en esto o no”, dijo.

EXPERIENCIAS

Los señores Fiordaliza Fernández y Marcos Almonte de 39 años de edad, estudiantes de CENAPEC, mostraron los recibos firmados que comprueban que se examinaron sin inconvenientes y se quejaron de que fueron incluidos entre los que pudieron hacer el fraude.

Dijeron que se sienten frustrados, porque luego de tener sus hijos decidieron volver a las aulas para hacer una carrera profesional y disponer de una vida mejor, y ahora ven que las autoridades les tronchan los caminos.

La biblioteca de Las Caoba está rodeada de policías que fueron enviados desde primeras horas de la mañana para poner el orden en caso de que sea necesario.