La Verdad

miércoles, 11 de febrero de 2009

Tragedia estremece a Tamboril

Tamboril. Alrededor de 100 casas, una escuela, una iglesia y otras edificaciones, incluidos negocios, fueron sepultadas bajo tierra y otras 250 que quedaron agrietadas en la comunidad de Carlos Díaz, a causa de los fuertes aguaceros.

El cuadro desolador lo completan más de dos mil 500 desplazados y un éxodo masivo de persona hacia toda la Cordillera Septentrional debido a los deslizamientos y hundimiento de los suelos provocados por las lluvias.

A las 12:00 del mediodía del martes prácticamente todos los habitantes de Carlos Díaz habían sido desalojados, algunos a la fuerza por la Defensa Civil y miembros del Ejército.

Al multiuso de Tamboril fueron llevadas en calidad de refugiadas alrededor de 300 personas y el resto se fue a casas de familiares y amigos.

Según informes, el derrumbe de tierra de alrededor de un kilómetro de largo se inició próximo a las 1:10 de la madrugada, dejando la carretera de Jamao con el tránsito interrumpido, al igual que el camino a Mapeye y Villa Trina, Moca.

De acuerdo a las versiones, tras un temblor de tierra y la saturación causada por siete días de lluvias, los suelos comenzaron a reventar y una mina de caliche se deslizó, y gran parte del poblado, que incluye los sectores El Chorro, Los Cocos, el Vaticano, Loma y Arroyo del Toro, casi hasta Amaceyes.

El gobernador de Santiago, José Izquierdo, informó que el presidente Leonel Fernández visitará hoy la zona para constatar los daños y anunciar ayudas para los afectados. Desde ayer mismo comenzaron a llegar asistencia alimentaria y brigadas auxiliaban a los damnificados.

La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) informó que junto al Ejército Nacional dispusieron que residentes de toda el área afectada, más una franja de 200 metros hacia fuera, sea evacuada.

Hasta anoche no había personas desaparecidas, mientras se informó que una mujer conocida como Andrea se resistía a salir de la zona de peligro.

El mayor general del Ejército, Gustavo Jorge García, informó que hubo deslizamiento en una área de casas que rodaron hacia abajo desde la Loma del Toro.

Cuando Manuel López vio su casa sepultada entre lodo le vino a la memoria una situación similar ocurrida en 1981.

“Esto vino como un vaso de agua, cuando explotó pensaba que era el mar, solo quedamos cinco gente, los demás salieron en guagua, a pies, en bicicleta en lo que podían”, explicó Jhonny Céspedes a El Caribe, mientras cargaba lo poco que le quedaba.

Algunos ganaderos perdieron hasta 30 reses y otras personas costosas edificaciones de dos niveles.

El mayor temor de Baudilio Luna, director de la escuela y liceo Carlos Díaz que aloja a 300 alumnos, es que desconoce adónde irán los estudiantes.

“Soy doble damnificado, perdí mi casa y como maestro veo cómo se borró la historia de la escuela, todos los documentos quedaron sepultados, solamente pudimos sacar unas cuantas computadoras”, dijo Luna.

Educación reubicará estudiantes de escuela

Santiago.Una comisión de la Secretaría de Educación, encabezada por la directora regional, Clemen de la Cruz, visitará hoy la zona de Carlos Díaz con la finalidad reubicar a los 300 estudiantes del desplomado plantel escolar.

De la Cruz lamentó la pérdida de esa escuela, inaugurada en junio del año pasado, a la que hace un mes le habían instalado un centro de informática, por lo que se proponen hacer un levantamiento para determinar dónde van a ubicar los estudiantes.

Dijo que no podrán ubicar a los alumnos en la zona de Carlos Díaz porque el lugar está en una situación muy vulnerable.

Señaló que acudirá al lugar junto a un equipo de mantenimiento escolar y el encargado de Infraestructura de Educación para ver qué se puede hacer en beneficio de la población estudiantil.

“Son las instrucciones expresas que tenemos del secretario Melanio Paredes “, afirmó.

Escenas de desconcierto y gran frustración

Las escenas de desconcierto y frustración se observaban por todas partes.

En la parte alta de la zona de la tragedia, en las proximidades de una mina de caliche, los generales del Ejército Nacional, Gustavo Jorge y Amílcar Fernández asumieron el control junto a guardias especialistas en desastres.

Otros 200 policías fueron apostados en el área para impedir que los delincuentes aprovecharan la tragedia para saqueos y robos.

Al menos dos fueron apresados, otras 15 personas fueron sacadas amarradas, debido a su resistencia a salir de la zona de peligro.

Guarionex Henríquez acusa al síndico de Tamboril, Francisco Álvarez, de ser responsable del gran deslizamiento de tierra, debido a que insistía en abrir la mina de caliche.

En la comunidad dicen que hace un mes el síndico llamó a protestas para que abrieran el lugar porque lo necesitaba para asfaltar y arreglar caminos.

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