Willie Colón, el trombón asesino

SANTO DOMINGO. Willie Colón, con su barriga prominente, las canas y el trombón eterno, sigue siendo una leyenda de la salsa. Por eso el público se rindió a sus pies el lunes en la noche en Jet Set, que sigue celebrando sus 35 años y el cumpleaños de Antonio Espaillat, quien hasta bailó -cosa excepcional- y lo hizo con la Monse de sus despertares.
No faltaron David Ortiz, Pedro Martínez, Moisés Alou, Aramís Ramírez, Octavio Dotel, Livan Hernández, Daniel Cabrera, Guillermo Mota, entre otros; ni faltaron Charlie Marioti, Francisco Méndez, Esquea Guerrero, José Antonio Rodríguez, Pavel Núñez, Sergio Vargas, Michel el Negrón, Jari Ramírez, varios síndicos y periodistas.
El dueño del trombón asesino, infartante, que impuso un estilo que se transmutó en agrupaciones y ritmos como el de Los Van Van, Elio Revé y su orquesta y otros, no dio tregua a los bailadores y puso sus temas de siempre, hasta que tuvo que hacer en las ñapas un "Amor verdadero" que no tenía montado y que salió gracias a la magia y la destreza de sus músicos y su buena memoria.
Colón desbordó el sitio, y ese trombón fue asesino, un asesino de nostalgias.
Etiquetas: Arte

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